Historias de San Luis: el milagroso beato puntano

El beato puntano es oriundo de La Calera, localidad del departamento Belgrano, nacido en el hogar de una humilde familia de la zona cuyos integrantes trabajaban en el campo.

Wenceslao Pedernera llegó a la condición de Beato por sufrir martirios sirviendo a la Iglesia y al prójimo.

Estuvo casado con Marta Ramona Cornejo, alias Coca y tuvieron 3 hijas.

En alguna historia escribí sobre este tema, pero quería recordar algunos datos básicos.

Lo que sucede es que desde la difusión de su vida, mucha gente lo descubrió y comenzó a canalizar su fe a través de oraciones a Wence como le decían en sus pagos al beato. Lo sienten como un intercesor válido.

Hay numerosos testimonios de bendiciones o pedidos concedidos a gente de la zona que ora al Beato.

También casos de otros lugares del país y algún relato de Chile.

Estas afirmaciones de hombres y mujeres están documentadas a través de sus relatos, pero es menester tener prudencia en su difusión.

Inclusive me contaban en un mail, Ana y Facundo de la provincia de Mendoza, que uno de sus hijos, inspirado en la vida del beato, decidió abrazar la vida religiosa y hoy es un avanzado estudiante en un seminario de nuestro país.

Es que la beatificación de Wenceslao Pedernera tuvo un maravilloso origen.

Si bien estaba casado por Iglesia, no era muy devoto de los ritos católicos, hasta que en una oportunidad trabajando en los viñedos de Rivadavia, en Mendoza, conoció la historia de la Virgen de la Carrodilla.

Y fue la patrona de los viñedos la que lo llevó a acercarse a los sacramentos y a leer las Sagradas Escrituras.

A partir de ese momento, Wenceslao se dedicó a organizar reuniones y comparar la realidad en la que se vivía con lo que decían los evangelios.

Se integró con su esposa Coca al Movimiento Rural Diocesano, organización que buscaba con su tarea dignificar la vida de los trabajadores y los campesinos.

Cuando esto sucede, conocen al obispo riojano Monseñor Enrique Angelelli, un mártir de la dictadura militar.

El matrimonio se convierte en catequistas, salían a pedir ropa y comida para darles a los más necesitados y como estaban lejos de centros poblados, se reunían con otras familias a leer la Biblia y escuchar la misa por radio los días domingos.

No había ninguna iglesia o capilla cerca y era la única forma de asistir al culto.

Para los militares responsables del golpe militar de 1976 estas eran actitudes subversivas, sospechosas.

Los uniformados comenzaron con las amenazas a Wenceslao y su familia.

Y una noche de julio de 1976, un grupo militar llegó a su casa y acribillaron a Wenceslao delante de su esposa e hijas.

Murió en el hospital de Chilecito en La Rioja.

Y moribundo perdonó a sus asesinos y les pidió a sus familiares y amigos que no odiaran ni se vengaran.

Por eso es que el Papa Francisco aprobó el decreto del martirio sufrido por quienes fueron canonizados.

El beato puntano fue asesinado por seguir junto a monseñor Angelelli una manera de evangelizar: "con un oído en el Pueblo y el otro en el Evangelio".

Por creer en la igualdad, la justicia social y la dignidad asesinaron a Wenceslao Pedernera.

Por pensar que: “es inmoral el que siembra odio y división; que es inmoral el que convierte los medios de comunicación para lograr más lucro, corromper, dominar, no ser servidor de la verdad; que es inmoral cuando orquestan intereses para ahogar fuentes de trabajo; que es inmoral el robo institucionalizado y que es inmoral el ahogar la vida de un pueblo con monopolios fríos e inhumanos”.

Ese pensamiento va ganando espacio.

Lo mismo que la fe en el beato, que en mucha gente está provocando cambios en sus vidas desde que lo descubrieron.

Y hay testimonios que por el momento se deben preservar, pero que saldrán a la luz sin duda alguna.
Y se los vamos a contar.